Para poder hacer realidad esta visión, las ciudades están invirtiendo en infraestructura para ser más inteligentes, lo que les ha permitido obtener ciertos beneficios para las comunidades que habiten ahí:
Sustentabilidad:Un 50% de los objetivos de las ciudades inteligentes se centrarán en el cambio climático, la resiliencia y la sustentabilidad, lo que conducirá a ciudades más exitosas.
Eficiencia:La eficiencia energética se verá incrementada en un 30% en los próximos 20 años, toda vez que las áreas urbanas aprovechen los datos de las tecnologías inteligentes actuales.
Calidad de vida: El 40% de los costos de energía de las ciudades inteligentes provienen del alumbrado público. Algunas ciudades han podido reducir sus costos de energía hasta en un 70% al utilizar alumbrado público inteligente, que regula los niveles de luz para satisfacer las necesidades de los residentes.
Seguridad: En Estados Unidos, se asignarán 160 millones de dólares de fondos federales para la investigación de recursos de ciudades inteligentes, con el objetivo de ayudar a reducir problemas de seguridad como la congestión vial, delincuencia y el impacto del cambio climático, así como a mejorar la seguridad de los residentes de la ciudad.
Al conectar a las personas, proveedores de servicios y dispositivos IoT en una sola comunidad conectada, las ciudades enfrentan grandes retos para brindar la conectividad necesaria para el correcto funcionamiento de servicios innovadores en una infraestructura común. Por ello, además de una planeación adecuada, la reutilización de plataformas, sistemas e infraestructuras ya existentes será un punto fundamental para ayudar a las empresas y gobiernos a ahorrar costos, al tiempo que mejoran la productividad en la innovación.
“Construir una ciudad inteligente con conectividad generalizada para potenciar los beneficios acerca de movilidad, la seguridad y la transformación digital que hasta ahora han sido poco aprovechadas, requiere un enfoque a largo plazo para el desarrollo de infraestructura de banda ancha, convergencia de red cableada e inalámbrica, así como una planificación de conectividad adecuada”, puntualizó el Ingeniero Andrés Mariño.
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