La denuncia contra el CEO de OpenAI trae graves acusaciones que sacuden a una de las figuras más prominentes de la tecnología. Altman negó categóricamente los cargos mientras la familia enfrenta una crisis pública sin precedentes.
Ann Altman, hermana de Sam Altman, CEO de OpenAI, presentó el pasado lunes una demanda en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Missouri. La demanda alega que Altman abusó sexualmente de ella de manera regular entre 1997 y 2006, cuando Ann tenía apenas 3 años y Sam 12.
Según el documento legal, los abusos habrían ocurrido en la residencia familiar en Clayton, Missouri, con una frecuencia de varias veces por semana. Ann Altman sostiene que estos eventos le han causado "angustia emocional severa, sufrimiento mental y depresión" que persisten hasta el presente.
Aunque Ann ya había expresado estas acusaciones en plataformas como X, esta es la primera ocasión en que lleva el caso a los tribunales, solicitando un juicio con jurado y una compensación superior a los US$75.000 dólares.
En respuesta, Sam Altman emitió un comunicado conjunto con su madre, Connie, y sus hermanos Jack y Max, negando categóricamente las acusaciones. "Annie ha hecho afirmaciones profundamente hirientes y completamente falsas sobre nuestra familia, especialmente sobre Sam," dice el comunicado. También señalaron que Ann enfrenta "desafíos de salud mental" y que rechaza tratamiento convencional mientras "arremete contra los miembros de la familia que intentan ayudarla".
El caso llega en un momento complicado para Altman, quien ha ganado reconocimiento global desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022. Bajo su liderazgo, OpenAI se ha convertido en una de las empresas tecnológicas más valiosas, con una reciente valoración de 157.000 millones de dólares respaldada por inversionistas como Microsoft, Nvidia y SoftBank.
Esta no es la única batalla legal que enfrenta Altman. En marzo, Elon Musk demandó a OpenAI, así como a Altman y Greg Brockman, por presunta violación de contrato y deber fiduciario. Musk, cofundador de OpenAI, alegó que la empresa ha abandonado su misión original como organización sin fines de lucro.
La demanda de Ann Altman agrega una nueva capa de tensión a la vida personal y profesional de Sam Altman, quien ahora enfrenta no solo retos empresariales, sino también graves acusaciones personales que podrían marcar un punto de inflexión en su carrera.
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